Un mes sin actualizar era demasiado, pero un mes da para mucho!!
Conocí Mundaka y Lekeitio, el Carmín no defraudó, me descargué cuatro discografías, tres películas y 120 libros de Isaac Asimov, fui dos veces a laÑora en bici, compré un casco (me lo compró Eli (bohemio)), pinché, me puse moreno, fui a ver a Javi a la Semana Negra, me regaló un libro, me lo leí, descubrí la escala Sephard, estudié todos los días, segué (sí, ya lo sé, no tanto como Elías), le traje churros a mamá y volví a degustar la auténtica comida que ella cocina.
Y aún me quedan fiestas de Gijón y un cordero asado con la precisión del tío Manolo, un célebre ciudadano que sale en el periódico.
Tener una vida completa no es más que organizarse y ser valiente.