Conocí Mundaka y Lekeitio, el Carmín no defraudó, me descargué cuatro discografías, tres películas y 120 libros de Isaac Asimov, fui dos veces a laÑora en bici, compré un casco (me lo compró Eli (bohemio)), pinché, me puse moreno, fui a ver a Javi a la Semana Negra, me regaló un libro, me lo leí, descubrí la escala Sephard, estudié todos los días, segué (sí, ya lo sé, no tanto como Elías), le traje churros a mamá y volví a degustar la auténtica comida que ella cocina.
Y aún me quedan fiestas de Gijón y un cordero asado con la precisión del tío Manolo, un célebre ciudadano que sale en el periódico.
Tener una vida completa no es más que organizarse y ser valiente.
Y aún me quedan fiestas de Gijón y un cordero asado con la precisión del tío Manolo, un célebre ciudadano que sale en el periódico.
Tener una vida completa no es más que organizarse y ser valiente.
2 comentarios:
Y me gusto tu visita (eh?), un placer, estás hecho un paisano ya (eh?). Espero te haya gustado el libro (eh?) y que nos veamos en el 3x3 y arreglemos el baloncesto asturiano que buena falta le hace (eh?)
Un saludo, chavalín
Javi
(eh?)
...dos gramos de vanidad, sabotean toneladas de talento.La alabanza me avergüenza porque la mendigo en secreto.
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