lunes, 16 de marzo de 2009

Amanece (que no es poco)

Oi! Pello Pello logale nauk eta
jinen niza ohera?
Irun ezan eta gero gero gero
irun ezan eta gero gero bai.

Se oye el reloj del horno desde la cama. Tic tac tic tac tic tac. Ese ruido pasa desapercibido durante todo el día, pero a altas horas de la noche es el que te recuerda que eres incapaz de dormir.

Oi! Pello Pello josi diat eta
jinen nizan phera?
Argia dun eta, bihar bihar bihar
Argia dun eta, jinen iz bihar.

Leo, leo hasta poemas de un libro que me regalaron en Alsa... parece que viene el sueño, me duermo y a los 20 minutos me despierto asustado, acelerado. Vuelta a empezar. ¿Será la falta de deporte?¿La primavera?¿la alimentación?

Creo que lo peor es obsesionarse. Mis compañeros no lo comprenden, dicen que son paranoias mías... pero el no poder dormir con tranquilidad asusta y obsesiona. Incluso a la hora de ir a la cama tienes miedo de pasarte la noche en vela.

De repente los pajarillos comienzan a cantar... Otra noche igual... mañana iré a correr.

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